Setiembre marca el inicio de una nueva zafra agrícola y, con ella, el entusiasmo de ver brotar la vida en nuestros campos. Los cultivos de maíz y la expansión del girasol marcan los pilares de la rotación en Uruguay y su éxito depende de decisiones tomadas hoy. La ciencia agronómica y la experiencia de nuestros productores muestran que la planificación, la fecha de siembra y el manejo integral determinan el rendimiento.
A continuación compartimos algunas claves respaldadas por investigaciones y testimonios para que cada hectárea rinda al máximo.
Maíz: comenzar temprano y con un manejo integral
La campaña 2025/26 de maíz comenzó con un adelanto de unos 10 días y se generalizará en la primera quincena de septiembre). Este adelanto permite aprovechar la humedad acumulada y la mayor radiación. Los técnicos de CASSPE destacan que el programa de maíz se apoya en germoplasmas de alto potencial y en la renovación constante de híbridos, pero que el éxito también depende de un enfoque integral: fertilización balanceada, control temprano de malezas, aplicación de productos biológicos y uso de herramientas digitales.
¿Por qué es importante la fecha? Estudios ecofisiológicos señalan que en climas templados la fecha de siembra define la combinación de luz, temperatura y fotoperiodo. Las siembras tempranas favorecen la acumulación de biomasa y el número de granos; las tardías reducen el peso del grano debido a menor radiación en el llenado . El riesgo de heladas disminuye en fechas más tardías, pero puede afectar el potencial de rendimiento. Por ello, Casspe recomienda ajustar la siembra según la zona, asegurando una emergencia pareja y protegida de heladas.
El manejo nutricional también es clave. La fertilización fosfatada y potásica, junto con el uso de inoculantes y bioestimulantes, favorecen un arranque vigoroso. Complementariamente, el control de malezas desde la presiembra y el uso responsable de herbicidas mantienen al cultivo libre de competencia. Ajustar el nitrógeno según el potencial del lote y realizar correcciones tardías mejora la eficiencia
Girasol: una oleaginosa resiliente y rentable
El girasol se posiciona como una opción atractiva en rotaciones por su tolerancia a la sequía y por la oportunidad de escalonar la cosecha. La investigación de INIA indica que la siembra temprana, desde principios de octubre hasta mediados de noviembre, permite un rápido establecimiento, mejor aprovechamiento del agua y mayor contenido de aceite. Retrasar la siembra reduce el rendimiento y el porcentaje de aceite, y aumenta la incidencia de roya.
Integración y tecnología al servicio del productor
Tanto en maíz como en girasol, la inversión en tecnología de precisión y la asesoría técnica marcan la diferencia.
Sensores, mapas de rendimiento y modelos de pronóstico permiten tomar decisiones basadas en datos. Casspe acompaña a los productores con recomendaciones personalizadas, insumos de calidad y soluciones innovadoras para que cada semilla alcance su máximo potencial.La nueva zafra nos invita a renovar la esperanza. Planificar con información sólida y cuidar de nuestros cultivos desde el primer día es la mejor manera de asegurar una cosecha abundante y sostenible.





